Resultados

La violencia contra la mujer se reconoce como una violación de los derechos humanos y puede adoptar muchas formas, incluido el abuso verbal, físico y sexual e incluso el asesinato. El feminicidio es el tipo más extremo de violencia contra la mujer que ocurre únicamente porque las víctimas son mujeres y está relacionado principalmente con las desigualdades sociales y económicas. Históricamente y como muestra de los resultados del estudio, la mayoría de los feminicidios y tentativas de feminicidio son cometidos por personas cercanas a la víctima, y aproximadamente la mitad de los hechos tienen lugar en el domicilio de la víctima. Ante esta información, y debido a la implementación de medidas de confinamiento desde el inicio de la pandemia del COVID-19, se han generado alertas desde organismos internacionales y políticos para evitar la intensificación de la violencia contra la mujer.
En el estudio se abordan dos interrogantes: primero, si existen diferencias entre los casos de tentativa de feminicidio y feminicidio y segundo, si el comportamiento típico de estos eventos fatales cambió como consecuencia de la pandemia de COVID-19. En términos de características sociodemográficas y de agresión. Ser extranjero, tener una relación de pareja íntima con un agresor de 40 años o más y el uso de armas de fuego durante el asalto se identificaron como factores independientes asociados con una mayor probabilidad de ser víctima mortal en Chile. Si bien la edad de la víctima no se encontró como un factor determinante relacionado con los feminicidios, aproximadamente dos tercios de las víctimas de intento de feminicidio y femicidio tenían menos de 40 años, edad similar a las reportadas en otras series internacionales.

Algunas de las conclusiones del estudio se presentan a continuación:

  • Hubo proporciones más altas de mujeres de 40 años o más, mujeres casadas, mujeres de nacionalidad no chilena, y residentes en zonas rurales entre las víctimas de feminicidio en comparación con las víctimas de tentativa de homicidio.
  • Los porcentajes de tener hijos juntos y denuncias judiciales previas fueron menores en feminicidios que en tentativas de homicidio.
  • Los agresores de femicidio cometieron con mayor frecuencia intento de suicidio y suicidio.
  • Casi la mitad de las tentativas de feminicidios y femicidios se cometieron utilizando cuchillos o instrumentos cortantes. Sin embargo, las armas de fuego eran más usado frecuentemente para feminicidio. Además.
  • La hora del día y día de la semana en que ocurrieron los hechos fueron similares entre tentativas de feminicidio y feminicidios. Un tercio de todos los casos ocurrieron de 0:00 a 6:59, y dos tercios en días de trabajo.
  • Durante el periodo de COVID-19 se reportaron un total de 236 eventos (intento de feminicidio: 187 casos, feminicidio: 49). Entre estos, 184 ocurrieron después de que la intervención paso a paso había sido implementada en las comunas de Chile en la Fase I, 27,7% (n = 51) en la Fase II, 31,0% (n = 57) en Fase III y 7,6% (n = 14) en Fase IV.
    • La distribución de los casos notificados en cada fase fue similar entre tentativa de feminicidio y casos de femicidio; 65,8% (n = 15) de feminicidios y el 60.3% (n = 88) de tentativas de feminicidios se produjeron en comunas durante la Fase I o Fase II.

Utilizando un modelo de regresión logística se encontró que los eventos de feminicidio tenían más probabilidades de ocurrir entre mujeres extranjeras. Los agresores con 40 años o más y el uso de armas de fuego también fueron factores asociados al femicidio.
Tener hijos junto al agresor, vivir en zona urbana, el uso de armas personales durante la agresión y tener denuncias judiciales previas se asociaron con eventos de tentativa de feminicidio.

Conclusión final

En conclusión, se sugieren que los efectos del COVID-19 en los intentos de feminicidio y las tasas de feminicidio en Chile deben evaluarse de acuerdo con los aspectos económicos, culturales y sociales de cada provincia específica. En Chile, la tasa de tentativa de feminicidio aumentó con respecto a la tasa de referencia reportada antes de la pandemia de COVID-19. Si bien la tasa de feminicidios en Chile se mantuvo constante durante el período de observación, se observó un efecto particular que sugería un impacto negativo del COVID-19 en la tasa de letalidad en lugares con niveles socioeconómicos altos. El presente estudio ha enfatizado que la tentativa de femicidio y el feminicidio continúan ocurriendo con frecuencia en contextos familiares y se cometieron en relaciones íntimas tanto antes como durante la pandemia de COVID-19.